sábado, diciembre 10, 2005

Palabras y más palabras…

Como lo prometido es deuda, aquí van otras palabras y expresiones llenas de estupidez y vacías de significado que hacen que la lengua castellana se convierta en un estercolero donde bailan los políticos, los timadores y los sacerdotes. El Escéptico Cuántico retoma su hacha y, cual Robespierre (sólo que más cuerdo que éste), se dispone a invitar al cadalso a todos aquellos que emplean estas infamias castellanas. Comienza el segundo asalto:

· Autoayuda: oh, como hierve mi sangre cuando escucho esta palabrita, no sólo por su ignorancia intrínseca, sino porque los que la usan cumplen siempre con el mismo patrón: sentimentales seudo-psicológicos que creen a pies juntillas que las “energías negativas” dañan su unidad con el universo y que no pueden esperar para compartir sus trilladas estupideces con toda la humanidad. En fin, gente que lee mucho Paulo Coelho, ese brasileño infeliz que se ha convertido en el nuevo opio de las masas.

¡Jodidos tarados! ¿Qué tal una dosis del mundo real para variar? Para empezar, la palabra no significa nada. Piensen un poco: si necesitas “autoayuda” por qué diablos vas a leer un libro escrito por otra persona; eso no es autoayuda, eso es ayuda; y si resuelves tus problemas por tu propia cuenta, entonces no necesitaste ayuda… ¡traten de ponerle atención al idioma en el que todos nos hemos puesto de acuerdo!

La estupidez de la palabra se ve agravada por lo que está detrás del ella. Un poco de charla motivacional, un poco de psicología pop y súbitamente los imbéciles que escriben esa porquería son lo mejor en la Tierra desde la penicilina. Créanme, si la vida es tan simple como estos tarados la pintan, me quiero bajar; no quiero seguir con vida si esta gente tiene razón. Mi integridad intelectual no me lo permite.

Muchas de las pendejadas que esta gente proclama como revelaciones trascendentales son el tipo de cosas de las que uno se da cuenta si se detiene un minuto a pensar. Personalmente yo resolví todos esos dilemas en 15 minutos cuando estaba en el 4to grado… pero tal vez ese sea el nivel intelectual de esta gente.

A propósito, la próxima persona vea a alguien leyendo ¿Quién se ha llevado mi queso? va a recibir una fractura abierta del cráneo con un ejemplar de los Diálogos de Platón.

· Vida después de la muerte: se que muchas personas temen a la muerte. Eso es totalmente normal y comprensible. Evolutivamente hablando, si te mueres no te puedes reproducir más, y eso es malo para lo que Richard Dawkins llamó nuestros genes egoístas. Así que el deseo de evitar morir es algo que está grabado en nuestro código genético. Pero, de allí a la configuración cerebral que produjo esta frase ya hay un gran trecho. Y es aquí donde pongo el límite.

La muerte está definida como la cesación de la vida, por lo tanto no puede haber vida después de la muerte. Así de simple. Si la muerte no fuera el final, entonces no sería una muerte real, sería como el período de metamorfosis por el que pasa una larva antes de convertirse en mariposa. Muy bonito si, pero totalmente falso.

NO HAY NINGUNA EVIDENCIA CIENTÍFICA DE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE. No importa lo que diga su religión favorita o lo que le haga sentir bien por dentro, la evidencia nos dice que cuando morimos es el fin, se acabó, fin de la discusión. El alma, el chi, el aura o como prefieran llamarla no existen, son ilusiones infantiles que nos escudan de la realidad de nuestro limitado tiempo en este mundo. Es hora de crecer y afrontar la realidad.

Además, realmente quieren vivir por siempre. ¿Dónde estaría la diversión en eso? Imaginen que la vida es como una buena película: disfrutamos la trama y los personajes, y quisiéramos que durara más cuando se acaba, pero si durara por siempre, ¿no nos aburriría muchísimo? ¿No comenzaríamos a sentirnos apáticos y cínicos respecto a las situaciones y a los nuevos personajes? ¿Cómo se sentirían al ver a toda la gente que quieren morir a su alrededor mientras Uds. siguen viviendo? ¿Podrían soportarlo?

Es hora de crecer, de dejar de lado las ideas infantiles y de aceptar la vida tal como es. Pasen tiempo con sus familiares y amigos, aprendan el funcionamiento del mundo real, lean como otros han enfrentado la muerte (personalmente les recomiendo a Sócrates) y aprendan de ellos.
Vivan, aprendan, háganse sabios y vivan otro día más, que para eso han venido a este espectáculo.

· A dios rogando y con el mazo dando: muy bien, con dios nos hemos topado mi querido Sancho. Esta frase es estúpida porque siempre la usan personas que se profesan creyentes… permítanme explicarme: dios supuestamente tiene un plan universal; si eso es así, entonces por qué no confiar en el plan divino (del que de paso, es imposible escapar. Dios es omnipotente, ¿se acuerdan?) y dejarlo así. Nuestras acciones no pueden contradecir el plan de dios, el intentarlo es pecado contra dios y además es hipocresía. Creo que fue por eso que Adán y Eva fueron expulsados del Edén, si la memoria no me falla.

Es como una caricatura que vi en la Free Inquiry de agosto—septiembre de 2004. La caricatura muestra a dos terroristas musulmanes y uno de ellos está construyendo una bomba. Su conversación era la siguiente:

Musulmán -- ¿Qué haces?

Terrorista -- ¡Hago una bomba! ¿Qué parece que estoy haciendo?

M -- ¿Para qué?

T – Para matar más gente.

M -- ¿Por qué?

T – Porque tenemos que castigar a los infieles de Occidente.

M -- ¿No le rezas a Dios para que castigue a los infieles?

T – Si, pero no puedo confiar en Él para que haga lo que le pido… así que tengo que tomar las cosas en mis propias manos.

M – Así que, en otras palabras, no tienes fe en Dios.

T – Lo sé. Tienes que apreciar la ironía.

El asunto es este: si eres tan ingenuo como para creer en un dios con un plan divino para cada criatura de la Tierra, por lo menos se consistente con tus creencias y deja que el plan se lleve a cabo. No trates de cambiarlo tomando las cosas en tus manos (esto es, tomando responsabilidad de tus acciones); de lo contrario, acepta que no crees en dios y deja de predicar tu hipocresía, ¿de acuerdo?

He dicho suficiente… descanso por el momento, pero volveré.