viernes, noviembre 18, 2005

Guerra real contra los DJ’s

Al carajo con los DJ’s, apestan. Quítenles sus derechos, etc.

Esta es una traducción no autorizada de un artículo en inglés de www.ruthlessreviews.com . Díganme que opinan:

¿Cuántas putas veces han escuchado esto?
“Pana, tienes que ir a la fiesta de mi amigo. Va a ser del carajo. Curda gratis y van a tener un DJ.”

A lo que debieron haber respondido,
“¿Quieres decir que va a haber un tipo poniendo discos? Me cagas.”

Claro, tu amigo tratará de tranquilizarte con una pendejada como esta,
“Pero es un DJ muy bueno.”


¿Lo captan? Pone los discos mejor que otros tipos. A estas alturas deberían golpear a su amigo en la cabeza.

Copiándome de Werner Hertzog, estoy llamando a una guerra real, física contra los DJ’s. Guerra física, real. Si los ven en las calles, golpéenlos. Si están cerca de su equipo en una fiesta, dáñenles las agujas. Atáquenlos. Insúltenlos. Explíquenle a cualquiera dispuesto a escuchar que los DJ’s y la música electrónica son un subconjunto retrasado de música que chicos bien y tarados musicales han elevado a una categoría casi mítica. A lo que me refiero es a esto: ¿hay acaso algo mas molesto que salir y ver a un DJ con sus “cascos” aplastados contra el hombro, con una cara seria, importante pero cool mientras rápidamente desliza un crossfader?.

La música más inocua es siempre la que se hace más popular. Lo que ofenda menos y rete menos a los oídos y a la mente es lo que más se escucha. Piensen en los Beatles. Más recientemente, miren a los Red Hot Chili Peppers y su primer álbum exitoso Blood Sugar Sex Majik. Que les guste o no, no es el punto. “Under The Bridge” fue, con mucho, el mayor single del álbum, porque era el más accesible. El más fácil de digerir. Nirvana triplicó su audiencia cuando hicieron su disco Unplugged. Claro que puedes llevar a tu mamá a escuchar a un DJ. Esa mierda es así de débil. Además, no toma nada de talento, ¡coño!. Puedo contar con los dedos la cantidad de cabrones anti-musicales sin talento que son respetados por sus habilidades para poner discos. Como mi amigo Ryan Hoffman dijo, “Si quisiera escuchar a un DJ, iría a un Bar Mitzvah.”

La guerra real contra los DJ’s se había visto venir desde hace mucho. El Rock and Roll había estado muy mal por algún tiempo. Nosotros lo permitimos. Fue un error. Justo como la música disco fue destruida, también los DJ’s pueden serlo. Es hora de retomar la noche. Hombres y mujeres con guitarras y baterías son quienes deben estar en los escenarios, no cabrones con tornamesas. Vayan a ver tocar a bandas. Corran a los escenarios. Lancen sus puños al viento. Díganles que toquen algo de Skynard o Slayer. Busquen nuevas bandas sorprendentes y denle su dinero a personas que tienen que practicar y que crean algo en vez de dárselo a un pendejo con pantalones plásticos y una chaqueta de fútbol. Griten, emborráchense, roqueen, diviértanse.

Golpeen en la cara a cualquiera que vean masticando un glow-stick.